Como soy fan de Montessori, además, no creo en los castigos: he leído en varios libros y artículos (no sólo Montessori) cómo los niños menores de tres años son psicológicamente incapaces de comprender los castigos y la disciplina. Pero pensaba que la violencia física fuera una excepción (cualquier tipo de violencia física—morder puede parecer peor porque deja una marca, pero empujar, golpear y tirar el pelo no son en absoluto mejores y más aceptables). Pensaba que la violencia fisica fuera uno de los casos en los que tengo que ser firme, decir un NO seco y darle un castigo a Oliver.
Me equivocaba.
Hablé con la maestra de Oliver Noelia, y lo que ella me contó fue una revelación total, que fue reforzada en el taller de disciplina positiva de Macarena Soto Rueda en el que participé el mes pasado. Y quiero compartirlo contigo, porque los resultados que obtuve con la aplicación de la disciplina positiva y de los consejos de Noelia en casa son alucinantes.
Qué es la disciplina positiva
“Los niños entre dos y tres años no golpean, empujan o muerden porque son malos; empujan, golpean y muerden, a veces porque ven a otros niños hacerlo, pero más a menudo porque NECESITAN empujar, golpear y morder. Es una necesidad real en su edad de desarrollo. Nuestro papel como maestros y padres no es castigarlos por este comportamiento, sino guiarlos ofreciéndoles una alternativa. Cuando empujan a un amigo, les preguntamos si tienen ganas de empujar; si la respuesta es sí, les pedimos que empujen la pared, en su lugar”.
Para mí, esto tiene muchísimo sentido.
La disciplina positiva funciona!
Después de hablar con Noelia, traté de poner la disciplina positiva en acción. Cada vez (la consistencia es la clave!) que Oliver daba una patada a Colbie o se acercaba a ella con cara traviesa, le preguntaba si tenía ganas de dar patadas; si me decía que sí, le ofrecía la pelota, y le decía “¡Dale una patada a la pelota, entonces!”. Tardó un par de días, pero luego las patadas se detuvieron. Ahora me trae la pelota y dice “Oli kick ball”, y jugamos juntos. Como resultado, no sólo la pobre Colbie ha vuelto a respirar, sino Oliver se está convirtiendo en un futbolista fenomenal!
La disciplina positiva en el día a día
A veces es muy difícil de recordar, especialmente cuando nuestro hijo se comporta de una manera que no nos gusta, cuando nos sentimos mal o mortificados, o cuando nuestros hijos son las “víctimas” del “mal comportamiento” de otros niños (entre comillas, porque a veces lo que nos parece mal comportamiento a nosotros adultos, para un niño es lo natural).
Pero tan pronto como comprendemos por qué lo hacen, aceptamos que no son “malos”, no se “comportan mal”, no “nos desafían”, y tomamos el tiempo para guiarlos dándoles un comportamiento/actividad alternativo, es increíble cómo cambien.
Disciplina positiva en casa
Ahora todo es diferente. Si Oliver muerde el sofá, le doy una toalla o una zanahoria para morder. Si me tira un juguete, le doy la pelota para tirar. Si golpea a Colbie, le pido que golpee el sofá. Si tira agua fuera de la bañera, le pido que la tire contra la pared… Hay menos NOs, y menos luchas. Tardamos un tiempo en cambiar nuestro comportamiento y reacciones, pero ahora puedo ver una gran mejora y mi vida es mucho más fácil.
Disciplina positiva fuera
El otro día mordió la mano de su mejor amiga Bella (ella le empujó para coger “su” columpio y él, por primera vez en su vida, mordió!): le quité de la situación saliendo de la cafetería, le puse en el coche, le expliqué por qué no me gustó lo que hizo y le ofrecí el mordedor de Emily para morder (lo único que tenía disponible). Se lo puso en la boca y se quedó dormido así:
¡Démosles el beneficio de la duda a los niños!
Deberíamos aprender a darle siempre el beneficio de la duda, porque ”Los niños no tienen desarrollado un control sobre su voluntad antes de los cinco años. Hasta entonces, sus impulsos pueden más que su capacidad de obedecer. Se están conociendo y están conociendo. Seamos pacientes y comprensivos. La constancia es la mejor semilla para educar niños capaces de razonar y de distinguir por sí mismos el bien del mal”.
Me ha encantado tengo una niña de 15 meses que le gusta morder. Al comienzo lo hacia con los demas cuando se le prohibia algo le explique que les duele a los demas cuando hace eso y dejo de hacerlo...luego empezo a morderse sola la mano y llorar ...me puse a pensar que puedo hacer porque cuabdo le decia que no lo hiciera era peor...y me acorde que aun tenia sus mordedoras guardadas pues se la di y ahora cuando se pone rabiosa y va empezar a morderse le digo vamos a buscar tu mordedora si quieres morder sola la toma y se la meta a la boca...
La verdad no sabia si estaba haciendo bien...o que debia hacer..pero al leer tu articulo me aclaro mucho mejor todo...gracias ...me encantan todos tus articulos...aunque no haya podido leerlo aun en su totalidad la gran parte que lei ...me anima a seguir con la filosofia montessori que estamos aplicando en casa...
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Estoy deseando leer el resto de tus post. Me son de gran ayuda.
Un saludo.