Respeta tus límites naturales (o sea, cuando estás casi lista para dejar el pecho)
Ovvero quando sei quasi pronta per smettere di allattare
No solo. En los últimos meses, justo para comenzar la guardería—los niños siempre eligen el momento mejor—hemos alcanzado el siguiente nivel de obsesión: le gustaría amamantar 24 horas al día, y cuando digo que NO, se tira al suelo en verdadero estilo “viuda siciliana” (como decimos en Italia) y llora dando patadas al aire.
Sé que este es un momento y vínculo único que desaparecerán para siempre una vez que pare. Sé que dentro de diez años (o mucho menos) miraré atrás al día de hoy y daré cualquier cosa por tener un día más con mis hijos de bebés—y me emociona porque sé que ese día llegará antes de lo que pienso.
PERO.
Una madre conoce sus límites naturales
En cuanto a mí, creo que estoy cruzando el mío.
He dado el pecho a mis hijos sin parar durante tres años y siete meses. Amamanté a Oliver durante todo el embarazo de Emily, y amamanté a los dos juntos durante meses después que Emily nació.
Con Oliver, dejar el pecho fue fácil. Un día, cuando se lo ofrecí, él miró a bebé Emily dormida en mis brazos, empujó ligeramente con la mano su cabeza hacia mi pecho, y me hizo entender que ahora titty era para Emily. Lo “hablamos” y lo acordamos. Unos días más tarde me volvió a pedir, pero le expliqué que habíamos acordado que Titty era para Emily: lloró un poco, pero al rato lo aceptó a la ligera.
Oliver siempre ha sido así: hasta ahora, siempre ha llegado puntual (y por su cuenta) a grandes logros como dormir toda la noche, quitar el pañal y dejar el pecho, y en caso de duda, por lo general ha aceptado nuestra guía.
Emily no es así. Es una niña apasionada, decidida, llena de energía y muy determinada, y generalmente se hace como lo quiere ella o no se hace. Encima, ella “no tendrá que” renunciar al pecho para otro bebé (a menos que tome prestado uno? ¿Hay voluntarios por allí? ;-) y si titty sigue siempre disponible cuando quiera, nunca entenderá que no le pertenece.
Así que lo tengo muy claro ahora: si quiero (y sí, quiero) seguir dando el pecho, reducirlo lentamente y parar de una manera que sea respetuosa para ambas, Emily tendrá que empezar a respetar mis condiciones.
¡Tengo un plan!
Dejar el pecho por la noche
“Simplemente” (¡ah, memoria olvidadiza, eres una bendición disfrazada!) cambié titty por agua. Hubo un poco de llantos y quejas, pero ahora ella sabe que por la noche no hay titty hasta las 6-7 de la mañana. Aún así, ella todavía se va a dormir con la teta cuando estoy en casa, lo que no parece afectar nuestra política “no teta por la noche”.
Establecer una rutina diaria
Reducir el pecho de forma gradual y respetuosa
Las expectativas de la maternidad
La brusca realidad (más probable ;-)
Porque al fin y al cabo, esa es la maternidad resumida, ¿no?