¡Papá Noel no es la magia de Navidad!

Mucha gente nos dice que debido a que no celebramos la Navidad y no creemos en Papá Noel, privamos a nuestros hijos de la magia de la Navidad.

Así que hablemos de eso un momento: si no creemos en Santa Claus, ¿nos privamos de la magia de la Navidad?

¡Absolutamente no! No necesitamos a Papá Noel para que la Navidad sea mágica.

Lo entiendo, en esta época es muy fácil olvidar la esencia, pero ¿sabes lo que realmente recordará tu hijo?

Las luces. Las canciones. Tiempo familiar de calidad. El dibujo hecho con cariño por los abuelos. Decorar la casa. La vela perfumada que comprasteis juntos. La bolsa de juguetes para donar a la caridad. Las galletas de jengibre que cocinasteis juntos. Pasta hecha en casa. Pasear en la nieve o en la playa. La historia de Papá Noel que les lees bajo las sábanas, incluso si Papá Noel no llega. Tiempo familiar de calidad. ¿Ya dije tiempo familiar de calidad?

En resumen, las cosas que realmente importan al alma. Las cosas que los niños llevarán consigo a largo plazo.

Santa es un personaje de ficción que hoy en día solo alimenta el consumismo, no es la magia de la Navidad. Está bien si decides no creer en él, no les estás privando a los niños de nada.

Y me permito decirte mi verdad incómoda. 

Me resulta triste usar a Papá Noel (o historias de ficción y personajes de ficción) para hablar de magia. Como si no hubiéramos mirado a nuestro alrededor. Como si el mundo no fuera ya mágico en sí mismo. La magia de la metamorfosis. La magia de una cascada. La magia de una puesta de sol. La magia de la nieve, la lluvia, los rayos del sol que nos calientan. Hemos perdido el hábito de apreciar.

Llegue o no Papá Noel a tu casa, si nos acostumbramos a buscar y definir “magia” lo que Tierra ofrece, incluso y sobre todo en las conversaciones con nuestros hijos, quizás empezaríamos a apreciar más lo que nos rodea. Y tal vez, solo tal vez, la generación de nuestros hijos sea diferente, no lo den todo por sentado.