La violencia enseña solo violencia
Reflexiones sobre los castigos
Carlotta Cerri
–
Fondatrice de La Tela
24 giugno 2022·2 commenti
El niño que me dices que se "merece el castigo", te aseguro que si hubiera recibido más cariño y más aceptación sería otra persona.
Cuando me dices que “te criaste bien aunque te pegaron”, te aseguro que si hubieras recibido más cariño y respeto serías una persona mejor y con eso tendrás que lidiar dentro de ti para siempre.
La bofetada que enseñó el buen comportamiento es un mito.
La violencia física o verbal enseña solo violencia ¡Nada más!
Y si hoy en día la gente sigue matándose (esta vez muy cerca de casa), quizás la educación del castigo, de las amenazas, del pegar no haya enseñado mucho.
Tal vez sería un buen momento para tirar a la basura el "siempre se ha hecho así" y "una bofetada nunca ha hecho daño" y "el castigo nos enseñó a ser mejores" y decidir que si queremos criar adultos que sean realmente mejores que nosotros - porque nosotros no estamos sobresaliendo como seres humanos - la única forma es dejar el atajo y empezar a hacer el trabajo verdadero.
Cuando me dices que “te criaste bien aunque te pegaron”, te aseguro que si hubieras recibido más cariño y respeto serías una persona mejor y con eso tendrás que lidiar dentro de ti para siempre.
La bofetada que enseñó el buen comportamiento es un mito.
La violencia física o verbal enseña solo violencia ¡Nada más!
Y si hoy en día la gente sigue matándose (esta vez muy cerca de casa), quizás la educación del castigo, de las amenazas, del pegar no haya enseñado mucho.
Tal vez sería un buen momento para tirar a la basura el "siempre se ha hecho así" y "una bofetada nunca ha hecho daño" y "el castigo nos enseñó a ser mejores" y decidir que si queremos criar adultos que sean realmente mejores que nosotros - porque nosotros no estamos sobresaliendo como seres humanos - la única forma es dejar el atajo y empezar a hacer el trabajo verdadero.
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Carlotta Cerri
– Fondatrice de La Tela
Sono la fondatrice de La Tela, creatrice del podcast Educare con calma e dal 2019 viaggio a tempo pieno con la mia famiglia Alex, Oliver ed Emily. Mi ritengo una visionaria pessimista: so come voglio cambiare l’educazione e che genitore ho scelto di essere, ma la maggior parte dei giorni mi sembra di scalare pareti di vetro. Ma forse proprio per questo so come aiutarti quando mi scrivi: perché ci passo anche io per quel disagio e ti dico le verità scomode con gentilezza e senza giudizio.