Su hijo nunca gana.
Compartir es un concepto hermoso, pero es vago, no tiene reglas claras: nosotros no les pedimos a nuestros hijos que compartan, sabemos que lo harán cuando estén listos.
En cambio, les invitamos a esperar cuando alguien tiene un juguete que desean: esto promueve la paciencia. Les decimos que no tienen que compartir, si no quieren: esto les impide sentirse posesivos y a la defensiva con sus propias cosas.
De esta manera, aprendieron a compartir porque quieren, no porque deben.